¿Es posible instalar un cofre de techo uno mismo?
La respuesta rápida: sí. La respuesta honesta: depende de lo que aguante tu espalda. Porque sí, no hace falta pagarle a un taller para algo que, con un poco de habilidad, puedes hacer perfectamente en tu garaje. Pero ojo: no es solo apretar cuatro tornillos y salir rodando. Hay ciertos detalles a tener en cuenta.
Lo imprescindible antes de empezar
Barras de techo ya montadas (si aún no las tienes, ese es tu primer paso).
El cofre de techo en sí (obvio, pero nunca está de más decirlo).
El manual del fabricante, que suele acabar en la basura, pero esta vez es buena idea leerlo.
Espacio, tiempo y, a ser posible, alguien que te ayude.
El mayor reto: levantar el cofre
La instalación no es complicada. Las marcas diseñan estos cofres pensando en usuarios, para que lo instalen ellos mismos. Suelen incluir anclajes que se ajustan con rapidez y pocas herramientas. El problema surge cuando hay que poner el cofre en posición sobre el coche sin terminar con la espalda hecha trizas.
Si vas a hacerlo en solitario, prepárate para maniobrar con algo voluminoso. Puede que no pese tanto, pero es aparatoso, como tratar de meter un sofá en un ascensor angosto. Lo ideal es contar con alguien que te ayude a:
Levantar el cofre sin rayar la pintura.
Centrarlo bien en las barras de techo.
Sostenerlo mientras ajustas los anclajes.
Ajustar, anclar y asegurar
Una vez colocado en su sitio, el resto va sobre ruedas. Los anclajes suelen ser de tipo U o mecanismos rápidos que se aprietan con la llave incluida. Asegúrate de que todo quede bien firme, sin juego. Mueve el cofre con fuerza para comprobar que no se tambalee. No querrás descubrir en plena autopista que algo quedó flojo.
¿Sale rentable montarlo uno mismo?
Sin duda. A menos que tengas problemas físicos o pánico a manipular tu coche, es una tarea apta para el usuario medio. Te evitas la cita en el taller, ahorras dinero y no dependes de que te lo dejen listo otro día.
Conclusión: sí, hazlo tú, pero mejor acompañado
Instalar un cofre de techo por tu cuenta no es un imposible. No hacen falta herramientas de laboratorio ni un máster en mecánica. Eso sí, cuando toque alzarlo hasta el techo del coche, conviene tener ayuda para no acabar lesionado por hacerse el héroe.
En resumen, montar tu cofre de techo es factible, práctico y te hará sentir que puedes con todo. Solo no te la juegues e intentes sujetarlo en solitario si el peso o el tamaño se complican. Un amigo y un poco de paciencia son la mejor garantía de éxito.
